En un mundo que cambia rápido, el deporte sigue enseñando lo esencial: cómo caer y levantarse. Cómo trabajar en equipo. Cómo respetar al rival. En Canarias, donde tantas veces se habla de abandono escolar o falta de oportunidades, el deporte se convierte en una escuela paralela.
Los Premios al Deporte Canario reconocen eso: el valor educativo que no siempre aparece en las estadísticas. La entrenadora que detecta un problema familiar antes que nadie. El club que funciona como red de apoyo en un barrio. El chaval que encontró en el tatami una salida a su rabia. Todo eso también es deporte. Y todo eso también merece ser contado.
Aquí no celebramos solo las victorias. Celebramos los procesos. Los vínculos. Las trayectorias que enseñan. Porque formar a una campeona es importante. Pero formar a una ciudadana con valores, aún más.
Esta plataforma quiere ser altavoz de esas lecciones. Una biblioteca emocional donde no solo se reconoce el éxito, sino también el impacto. Porque lo que el deporte enseña, muchas veces, es lo que más recordamos toda la vida.